sábado, 27 de agosto de 2011

Valores


En el presente ensayo abordaré uno de los temas más importantes para la humanidad “La falta de valores en la sociedad”, cabe destacar que ésta es una de las problemáticas que se vive a diario y que está hundiendo a las familias en la desesperanza la violencia y la intolerancia.

La sociedad nicaragüense carece de valores que influyen en la formación de los individuos.

“Los valores se nos presentan a la conciencia como “principios” que intentan guiar nuestra elecciones y decisiones cotidianas sobre los mas diversos temas…” (Landolfi Hugo J, 2004)
Esto quiere decir que los seres humanos debemos de tener como principios todos los valores, ya que nos llevan por el camino del buen vivir. Son los que nos permiten desarrollarnos como personas y mantener una armonía con todo el ambiente que nos rodea.
Los valores no son algo innato, sino algo que se aprende con el transcurrir de los días, los aprendemos desde niños cuando nuestros padres con sus actitudes y ejemplos nos van mostrando las normas de la vida y los modales que no enseñan a ser personas más adaptables y con conciencia social.
La familia es el principal soporte para que los valores se concreticen, es decir si en el hogar no aprendemos a practicar los valores, no los aprenderemos; lo que significa que no podríamos heredarlos a las futuras generaciones y esto implicaría que las personas se deshumanizaran completamente llevándonos a la destrucción de los seres humanos entre si, sino  los ideales individuales que tenemos.
 La clave para que no mueran los valores está en la comunicación que tengamos con la institución garante transmisora de valores, la familia. Si los padres no prestan atención a lo que hacen los hijos, si no corrigen las malas acciones que sus hijos  hagan, no se está contribuyendo a que los valores se conserven como la mejor de las herencias que se puede tener.
El deber de los padres es corregir las pequeñas y peligrosas cosas que en la niñez parecen insignificantes, pero que al crecer se convierten en las acciones más peligrosas porque repercuten en la mayoría de decisiones que pueden llevar a las personas al triunfo o al fracaso.
La carencia de valores en Nicaragua se debe  por la falta de comunicación y desinterés de las acciones que hacen los hijos.

Las relaciones en la familia tienen características únicas: son íntimas, continuas, variadas y complejas; se dan en situaciones de trato directo y son complementarias.
La interacción se desarrolla en tres niveles:
ü  No verbal.
ü  Emocional.
ü  Intelectual o verbal.
  1. La interacción no verbal se llama también sensorial o gestual. Incluye el tono de la voz, la expresión del rostro, la proximidad física entre dos personas, etc. Parece que este nivel es el de mayor influencia en los primeros años, tanto por la asiduidad del nexo emocional entre padres e hijos como por la falta de recursos lingüísticos del bebé.
  2. El segundo nivel, la interacción emocional, reclama la intervención del sentimiento: amor o desamor, aceptación o rechazo. Todos sabemos que un niño intuye con asombrosa agudeza cuando es amado o cuando no lo es, y también conocemos los efectos de apertura, seguridad básica, confianza, autoestima, etc., que ello produce en él. El amor engendra amor y el odio engendra odio. En todo caso, la indiferencia produce retrase en el desarrollo, cuando no regresión, tal como lo demuestra la conocida experiencia de Spitz en algunos casos de hospitalismo, en los que los niños bien atendidos desde el punto de vista físico enfermaban e incluso morían por falta de manifestaciones de cariño.
  3. Por último, el nivel intelectual se refiere a la expresión verbal o racional de sentimientos, ideas, juicios o valoraciones. Este nivel no es sólo el que aparece más tardíamente, sino que se sustenta en los otros dos. Si existe una relación afectiva aceptante y aceptada, entonces la información verbal será objeto de mayor aceptación; en caso contrario será tanto más rechazada. Múltiples estudios han confirmado la influencia de los elementos emocionales en el desarrollo del lenguaje.
“La familia es el lugar donde las personas aprenden a cuidar y a ser cuidadas, a confiar y a que se confíe en ellas, a nutrir a otras personas y a nutrirse de ellas" (claude levi-Strauss, la familia y otros ensayos, 1998).
Es por esa razón que los padres de familias deben de mantener una comunicación, no superficial, si no íntima con los hijos por que sólo de esta manera se puede lograr una confianza plena entre los que forman el núcleo familiar.
Por otro lado cabe mencionar que como padres, si trasmitimos a nuestros hijos antivalores y conductas negativas no estamos formando individuos con una cultura de paz hacia sus semejantes, si no estaríamos fortaleciendo la balanza negativa.

“La relación entre padres e hijos es una relación totalmente dinámica. Al fin y al cabo el origen de una familia son los padres y, por tanto, para los hijos los padres son su pasado más remoto, más alejado del presente. Posiblemente, por la misma razón, los hijos tienden a ser dimensionados por los padres en función del futuro. Esta es una de las dificultades que hay que superar para poder relacionarse en dimensiones de presente”.
Las decisiones de los hijos muchas veces tienden a ser diferentes a las costumbres familiares o actitudes de los padres y es por esa razón que en muchas familias se desunen  por falta de tolerancia y comprensión, ya sea por parte de los hijos o de los padres. Para evitar estas contiendas familiares es recomendable que los padres acepten las decisiones e ideales que tengan los hijos, ya que ellos fueron jóvenes y tuvieron su propia independencia.

Sociedad
A través de la globalización que estamos viviendo por  los medios masivos de comunicación (Televisión, Radio e Internet), se han perdido en nuestra sociedad muchos valores y costumbres familiares a causa de la tecnología, la moda, la música que tiene enajenado a la mayoría de la juventud, tanto así que se aíslan  y se encierran es si mismos olvidándose de las personas que conviven a su alrededor.
En conclusión se puede afirmar que en Nicaragua hay cierto índice de indiferencia ante la problemática de los valores como una virtud de cada individuo, contribuyendo de esta manera a la formación y propagación de antivalores que están perjudicando las buenas costumbre que permiten el desarrollo de la sociedad.
Los valores permiten que lo seres humanos vivan en armonía, paz, tolerancia, respeto y amor no solo con los individuos que nos rodean, si no con nosotros mismos. 

Bibliografía
Ø  J. Landolfi,  Hugo,  2004 (Valores para una buena sociedad).
Ø levi Strauss claude, 1998 (la familia y otros ensayos).
Ø Gonzalez  Serrano  Javier, (Cuanto Cuento, UNAN- Managua 2008)

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